Afganistán recibe el nuevo año sacudida por ataques a importantes objetivos
Entre los que destacan el ataque a un consulado indio y la explosión de dos carros bomba cerca al aeropuerto de la capital.
Los insurgentes afganos han comenzado el año nuevo en Afganistán con una serie de ataques contra importantes objetivos, entre ellos a un consulado indio, que aún no ha concluido, y dos atentados con coche bomba cerca del aeropuerto internacional de Kabul.
En la acción iniciada anoche contra el consulado de la India en Mazar-i-Sharif, capital de la provincia norteña de Balkh, han muerto hasta el momento dos de los seis atacantes, que se encuentran rodeados por las fuerzas de seguridad afganas en un edificio próximo a la legación.
"El ataque se está prolongando porque nuestras fuerzas especiales están siendo muy cuidadosas para impedir víctimas entre los civiles, al tratarse de un área residencial", afirmó el portavoz de la Policía provincial, Shirjan Duranai.
Esas precauciones no impidieron que un civil y cinco miembros de las fuerzas de seguridad afganas resultaran heridos, según dijo un portavoz del gobernador de Balkh, Munir Ahmad Farhad.
El embajador de la India en Kabul, Amar Sinha, aclaró a través de su cuenta de la red social Twitter que todo el personal del consulado se encuentra "a salvo", en un ataque que se produce sólo dos semanas después de la visita a Afganistán del primer ministro indio, Narendra Modi.
"Debemos apoyar a Afganistán sin fecha límite porque se están levantando nuevas nubes de extremismo y terrorismo, incluso mientras las viejas continúan oscureciendo nuestros cielos", declaró entonces Modi en un discurso.
Esta no es la primera acción contra objetivos indios en Afganistán, ya que la más reciente ocurrió en mayo de 2014 en su consulado en Herat (oeste), en la que murieron los cinco atacantes, sin que se produjeran víctimas entre el personal diplomático.
En otra operación insurgente, un atacante suicida falleció después de detonar los explosivos que transportaba en un vehículo cerca del aeropuerto internacional de Kabul.
"Afortunadamente solo murió el atacante y no se produjeron víctimas entre los civiles y las fuerzas de seguridad", manifestó un portavoz de la Policía de la capital afgana, Abdul Basir Mujahid, que aclaró que el insurgente detonó los explosivos cuando fue descubierto.
En la noche local, una nueva acción suicida con coche bomba cerca del aeropuerto provocó al menos un muerto, el atacante, y 19 heridos, la mayoría civiles.
El portavoz del Ministerio de Salud afgano, Muhammad Ismail Kawusi, explicó que a causa del segundo ataque al menos 19 personas fueron atendidas en hospitales, entre ellas "tres mujeres y cuatro niños".
Hace una semana, en un atentado similar reivindicado por los talibanes un suicida detonó cerca del aeropuerto los explosivos que llevaba en un coche al paso de un vehículo de la OTAN, lo que causó la muerte a un civil y heridas a otros 31.
En esta ocasión, el portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, aseguró que por ahora no puede "ni confirmar ni rechazar" la autoría del ataque al consulado.
"Nuestros responsables en Balkh no estaban al tanto del ataque", señaló Muyahid, quien reconoció que no habían planeado ninguna acción contra la representación diplomática.
No obstante, sí que reivindicó en Twitter el segundo de los ataque en Kabul "con un camión bomba contra un campamento de invasores extranjeros" con "decenas de muertos y heridos", aunque los insurgentes suelen exagerar el alcance de sus acciones.
El portavoz de la misión Apoyo Decidido de la OTAN en Afganistán, coronel Michael Lawhorn, declaró que no hubo bajas entre miembros de la Alianza, una de cuyas bases se encuentra en la zona militar del aeropuerto.
Los extranjeros copan la lista de objetivos talibanes, junto a las fuerzas de seguridad y los funcionarios públicos.
El 1 de enero, en la primera acción insurgente de envergadura de 2016, al menos dos civiles, uno de ellos un niño, perdieron la vida y otros 15 resultaron heridos en un ataque suicida contra un restaurante francés frecuentado por extranjeros en Kabul.
Los talibanes resaltaron entonces que la acción fue perpetrada por "buscadores del martirio" o insurgentes suicidas y que su objetivo fue un restaurante de los "invasores" en el que viven varios extranjeros.
Afganistán vivió en 2015 uno de los años más sangrientos desde la caída del régimen talibán en 2001, con una guerra abierta en diversas zonas del país que causó solo en el primer semestre 1.592 muertos y 3.329 heridos civiles.
Los talibanes han ganado terreno en diversas áreas del país en los últimos meses y el pasado septiembre tomaron temporalmente la ciudad nororiental de Kunduz, su mayor logro militar desde la caída del régimen con la invasión estadounidense, en 2001.
EFE